¿Cómo llegamos a esto? Tres condiciones para acabar a fondo con la violencia.
No hay trabajo más bonito que el de la policía, suelo comenzar diciendo en los talleres que he impartido a las corporaciones policiacas. Proteger la vida y la integridad, las posesiones y la paz social, particularmente cuando se trata de los más vulnerables, es un trabajo que debe llenar de satisfacción. De allí partimos para luego dialogar sobre los obstáculos que impiden cumplir con ese deber. Fruto de este diálogo con policías y de la experiencia documentando crímenes atroces (desapariciones, masacres, tortura, entre otros) puedo decir que tengo diagnosticados tres obstáculos principales que inciden en los niveles dantescos de violencia que se viven en México.